Agradecer cuando “no tienes nada que agradecer”

Agradecer cuando las cosas en tu vida están en orden o por lo menos como tú “planeabas”, todo tranquilo… suena bastante sencillo y una actividad fácil de realizar; pero llega un momento en tu vida en que tus “planes” cambiaron porque así lo quiso la vida, el destino o dios y ahora….

¿Como agradecer?

Como agradecer algo no esperado, algo que te cambio la vida y definitivamente vino a mover todo lo que estaba “tranquilo” es ahí justo en ese momento donde hacer esto se vuelvo difícil, complicado y probablemente sientas que no hay nada que agradecer.

Si tan solo nos tomáramos unos minutos en el día para analizar, pensar y sentir nos daríamos cuenta que nuestros “planes” lo que pensamos que podíamos “controlar” era simplemente una fantasía, porque el control nunca es real. Buscamos el control para sentirnos seguros, buscamos sentir que con eso nada va a estar mal porque sabemos lo que hacemos, pero llega un pequeño instante donde todo eso no salió como esperábamos y es ahí donde debemos de agradecer, no solamente cuando todo está bien, sino, cuando en esa bola de problemas que parece no acabar está la gente que amamos apoyándonos, aprendemos de nuestros errores y no nos queda más que confiar, ¡confiar con FE! Fe en que la vida tiene planes, fe en que dios sabe el porqué y para que de cada cosa y eso en esos momentos es lo único que logra reconfortarnos porque pasamos la vida buscando un porque a todas las cosas en vez de un para que. Un para… ser mejores personas, para mejorar nuestras relaciones, para soltar el control, para crecer y madurar.

Es ahí, en ese pequeño momento que te aseguro pasará con el tiempo, en donde podemos agradecer. Agradecer a la vida por dejarnos estar aquí, agradecer a nuestra familia por el apoyo incondicional, agradecer a la gente que te rodea por no dejarte caer pero sobre todo agradecerte a ti mismo por tener la fuerza de sobrepasar los obstáculos de la vida, en donde te caes y vas a llorar, mucho, pero ahí cuando tocas fondo volteas a tu alrededor y te das cuenta que solo queda subir, agarrarte de esas pequeñas ilusiones de tu día a día para no sólo sobrevivir sino, vivir; vivir tu vida como si fuera el último instante. Ama, déjate amar, y sobre todo ámate tú.

Ama quién eres y si algo no te gusta ármate el valor y cámbialo, mejóralo hasta que estés feliz con los cambios realizados.

Las tormentas pasan y vienen con un motivo; enseñarnos algo, esa enseñanza que te hará más fuerte, te hará una mejor versión de ti, en el momento será difícil verlo, pero te aseguro que, si tan solo te regalaras unos minutos al día para ti, para reflexionar y agradecer esto lo podrías notar antes de lo que imaginabas.

Agradece cada día, agradece cada momento y agradece cada detalle, pero sobre todo agradece poder vivir esta locura que se llama vida

– Psic. Tere Guakil